Cuenca del Nansa. Un tesoro escondido.



Distancia aproximada: 50 km

Saliendo de La Casona de Los Güelitos, dirección Puente San Miguel, donde por la A-8 dirección Oviedo, llegaremos a Pesués, donde comenzamos la ruta que nos llevará por Cades, Rábago, Celis, Puentenansa, Tudanca, Cruz de Cabezuelaé

Esta ruta transcurre por los bellos parajes de la Cuenca del río Nansa, reflejados literariamente por el escritor costumbrista cántabro José María de Pereda en su libro Peñas Arriba. Además, durante todo el recorrido encontraremos lugares donde degustar excelentes carnes de caza y, por supuesto, el típico cocido montañés.

El río Nansa se nutre de los manantiales y pequeños ríos que nacen en las faldas de las sierras de Peña Labra y Peña Sagra, discurriendo por impresionantes parajes hasta llegar a su desembocadura en Pesués, junto a la ría de Tina Menor.

Extensos bosques de hayas y robles, pueblos repletos de casonas hidalgas y una excelente gastronomía autóctona acompañan al visitante a lo largo de todo el recorrido.

La ruta se inicia en Pesués, con la impresionante vista de la ría de Tina Menor, desembocadura del río Nansa, que se abre paso entre montes litorales y cuya visión desde el Alto de Pechón es magnífica.

Sin perder de vista el cauce del río Nansa llegamos hasta Cades, en el municipio de Herrerías, donde se conserva una antigua Ferrería del siglo XVIII y que, tras su reconstrucción como museo, muestra a los visitantes cómo eran las antiguas ferrerías y el oficio de ferrero, que en su día tuvo tanta importancia en la comarca de Saja-Nansa.

Prosiguiendo hacia el sur llegaremos al cruce de caminos de Puente El Arrudo, y más adelante a las localidades de Rábago y Celis, que dan acceso a la cueva de El Soplao, una maravilla geológica en la que se pueden contemplar todo tipo de estalagmitas, estalactitas, coladas y excepcionales helictitas y pisolitas.

Podrás visitar dos zonas. Un primer recorrido que discurre sobre una pasarela totalmente accesible, libre de barreras arquitectónicas y un segundo recorrido para aquellos que deseen hacer turismo activo y disfrutar de las emociones de la espeleología.

Atraviesa Puentenansa, cruce de caminos entre los valles de Carmona, Cabuérniga y Lamasón y continua ascendiendo hasta Rionansa. Después llega a Cosío, adornado de historias hidalgas y casonas indianas, fruto de la melancolía de sus dueños y más tarde a San Sebastián de Garabandal, famoso por sus apariciones marianas.

Descubre Tudanca , un asentamiento premedieval de típica arquitectura, cuya biblioteca guarda valiosos poemas escritos a mano y traducciones de José María de Pereda, Camilo José Cela y Manuel Azaña.

Continua conduciendo por las cerradas curvas del puerto hasta llegar a la parte más alta de la cuenca del Nansa y divisa el espectacular paisaje donde la naturaleza y la mano del hombre se unen en el Embalse de la Cohílla, en pleno valle de Polaciones.

Valle con carácter y cultura propios por su relieve, su vegetación, su fauna, su clima, su historia y sus costumbres ancestrales forjadas en las 13 aldeas que forman la comarca.

En las faldas de Peña Labra, muy cerca del límite con Liébana y de la aldea de Salceda, entre grandes bosques de hayas y robles está el mirador de La Cruz de Cabezuela.

Maravíllate con las excepcionales panorámicas de los Picos de Europa, los valles lebaniegos y las cumbres cantábricas de Peña Labra, Coriscao o Peña Prieta que podrás observar desde allí.
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